Ya una semana, y parece que los fans siguen
emocionados por su visita. Twenty One Pilots, el dúo proveniente de Ohio logró
enamorar a sus fans mexicanos en un concierto lleno de energía, brincos y sobre
todo gritos.
¿Quién se imaginaria que el concierto empezaría
con “Guns for Hands”? así es, el Plaza Condesa comenzó a vibrar con las
primeras notas de su más conocida canción, fue un momento impresionante en el
que la gente extasiada dejó sus problemas de lado para concentrar su atención
en Tyler Joseph y Josh Dun, seguida de la excelsa
“Migrane”, “Ode to Sleep” y “Screen”. Para continuar con la balada tropical
llamada “House of Gold”.
“Fall Away” y “Addict with a Pen” hicieron
del lugar un mar de llanto y nostalgia. A la persona que diga que los
verdaderos espectáculos de rock ya desaparecieron se equivoca, ya que Tyler y
Josh muestran todo lo contrario, son unos verdaderos show men. Con saltos desde
el piano, acercarse al público a cantar y agradecer con un poco de rimas, los
estadounidenses se echaron al bolsillo a todos y cada uno de los asistentes que
iban desde niños, adolescentes y familias completas.
La furia y el desgarro de las cuerdas
vocales llegaron con “Holding on to You” y “Semi-Automatic” (donde una batería
fue llevada encima de los fanáticos para que el grandioso Josh Dun la tocara),
para dar paso a la hora de bailar con “The Run and Go” y “Fake You Out”
combinada con un cover de Lana del Rey llamado “Summertime Sadness”.
El encore llegó y los gritos de ¡Car Radio!
eran ensordecedores y los Pilots regresaron para interpretar el tema que sus
fans tanto aclamaban. Desafortunadamente todo tiene su fin y éste llegó con la
balada “Tress”, en la que ambos integrantes tocaron las percusiones; para
despedirse con una lluvia de papelitos rojos y azules. Desafortunadamente
quedaron a deber una canción llamada “Truce” para terminar con broche de oro,
pero no importó de igual manera se la “rifaron”.
Twenty One Pilots, el futuro de la música y
la esperanza perdida del rock. Gracias a Tyler se espera una revolución en la
composición musical y Josh muestra que puede ser el Travis Barker de esta nueva
generación.
Por: Dante Toribio López